LA CARICIA DEL CORAZON
La piel del bebé representa su mejor curso para tomar contacto con el mundo exterior. Ya desde el momento mismo del nacimiento, la piel posee completa sensibilidad. Y, para los padres, el masaje es una maravillosa oportunidad para entrar en contacto con su hijo manifestarle todo el amor que ansían brindarle. Los masajes para el bebé, que deben durar desde unos minutos hasta un cuarto de hora, constituyen un instante privilegiado de comunicación entre uno de los dos padres del niño La autora. Rachel Izsak Simonet que posee una gran experiencia en masajes y en la terapia de la escucha, propone en este libro algunos métodos para masajear armoniosamente a los hijos. Dichas técnicas le servirán al lector como guía para las sesiones a través de dibujos y de explicaciones sobre el masaje del rostro, el torso, el vientre, las piernas, los pies, los brazos y las manos, y la espalda. Todos, el bebé, la mamá, el papá, se beneficiarán con estas " caricias del corazón ", que les permitirán comunicarse mejor, aliviar trastornos propios de los primero meses del bebé y, muy especialmente, dar y recibir afecto sanador.